En la época medieval, el divorcio no era fácil de conseguir, por lo que se buscaban alternativas. Aunque no era común resolver divorcios mediante combates, existen referencias a esta práctica. La más famosa proviene del instructor de combate alemán Hans Talhofer, quien escribió el "Fechtbuch" (“Libro de esgrima”) en 1467, un tomo ilustrado que incluía técnicas para duelos de "divorcio".
Dada la ventaja física de los hombres, debían luchar desde dentro de un agujero que llegaba a su cintura y tenía un metro de ancho, con una mano atada y tres palos de madera. Las esposas, por otro lado, estaban armadas con tres piedras de hasta ocho libras, envueltas en tela, y podían moverse libremente alrededor del agujero.
Ambos debían usar armas de la misma longitud. Si el marido tocaba el borde del agujero, perdía un palo. Tras perder los tres, debía continuar desarmado, intentando meter a su mujer en el agujero antes de ser golpeado. El manual de Talhofer ofrecía consejos sobre vestimenta, técnicas para cada género e instrucciones para explotar las vulnerabilidades del oponente. Los duelos, sorprendentemente justos, resultaron en victorias para numerosas mujeres.
Aunque no eran a muerte, el resultado final solía ser mortal. Si ganaba la esposa, el esposo era ejecutado; si ganaba el esposo, la esposa era enterrada viva.
fuente remitida: «Datos Históricos»
Comentarios
Publicar un comentario