Ir al contenido principal

LA MANO,LA VIDA, LA PLUMA... LA MANO, LA VIDA, LA PLUMA... ...cosas de la vida, que pasan,,...

LA MANO,LA VIDA, LA PLUMA...  LA MANO, LA VIDA, LA PLUMA... ...cosas de la vida, que pasan,,...
Tiramos de «la pluma» y nace un escrito para trasmitirlo. Igual con lo que otro puede decir y nos identificamos: lo brindamos y lo compartimos... Como algo más que nos hace saber que estamos. La fotografía o el dibujo lo capta... todos te abren las puertas de la imaginación. @AmonsuMontul -(aquelsoy)

FRENTE A LA -DOXA-: «EL CRITERIO»... que de niños vale; de adultos nos diferencia. (aquelsoy). AM

HACIENDO MEMORIA: ¡ Sabios padres y madres son, madres y padres son por sabios !





“Escuché a mi mamá pedir sal a los vecinos. Pero teníamos sal en la casa. Le pregunté por qué les pedía sal a los vecinos. Y me contestó:
—Porque nuestros vecinos no tienen mucho dinero y muchas veces nos piden algo. De vez en cuando también les pido algo pequeño y económico, para que sientan que nosotros también los necesitamos. De esta forma se sentirán más a gusto y les será más fácil seguir pidiéndonos todo lo que necesiten”.
Y justo esto es lo que aprendí de mi madre... construyamos hij@s empáticos, humildes, solidarios y demás valores por mencionar..!!!
(Desconozco autor)

...RFGH
... una noche sentí que alguien andaba en el gallinero y mi madre me dijo que eran unos perros, "ya mayor, me comentó que eran unos vecinos que de noche cogían los huevos que ella les dejaba": entendí porque nunca me dejaba coger los últimos porque decía que había que dejárselos a las gallinas para ellas (¿¿??) ... tan cierto como la vida misma... El mayor de esa familia, hoy unos profesionales, siempre que me veía; paraba el coche y se bajaba para saludarme ... tan real como la vida misma... haciendo memoria. RFGH.







 

Comentarios

Entradas populares de este blog

ELLOS ... pura piedra.

... Y TODOS MIRARON EL SOL; y yo me fijé en los que teníamos al ladito y nadie los vio. Es natural, llevan siglos pasando desapercibidos... ellos siempre nos observan, no se si se asombran de que no los tengamos muy en cuenta. Sí, son viejos sabios, saben que son el origen del origen de todo... Los seres pétreos nos llevan siempre a donde vamos... VIDAS DE PIEDRA. #vidasdepiedra «fuente: de soda»

LECHE DE BURRA

  En el París de finales del siglo XIX, la desesperación llevó a soluciones impensadas. Cada año, más de seis mil niños eran abandonados en los hospicios de la ciudad. Muchos de ellos nacían con sífilis congénita, una enfermedad transmitida de madre a hijo durante la gestación o el parto. Las nodrizas no podían alimentarlos, pues el riesgo de contagio era altísimo. La lactancia artificial, por su parte, solía ser una sentencia de muerte. Fue entonces cuando el médico Joseph Marie Jules Parrot ideó un experimento inusual: en los jardines del Hospice des Enfants Assistés se levantó un establo con cabras y burras. Los bebés eran llevados allí y, sin intermediarios, mamaban directamente de las ubres de los animales. Contra toda expectativa, los resultados sorprendieron. Los niños alimentados con leche de burra tenían una tasa de supervivencia mucho mayor que aquellos alimentados con leche de cabra o métodos artificiales. Sin embargo, el sistema no pudo sostenerse: la producción de lech...

DIVORCIO EN LA ÉPOCA MEDIEVAL

  En la época medieval, el divorcio no era fácil de conseguir, por lo que se buscaban alternativas. Aunque no era común resolver divorcios mediante combates, existen referencias a esta práctica. La más famosa proviene del instructor de combate alemán Hans Talhofer, quien escribió el "Fechtbuch" (“Libro de esgrima”) en 1467, un tomo ilustrado que incluía técnicas para duelos de "divorcio". Dada la ventaja física de los hombres, debían luchar desde dentro de un agujero que llegaba a su cintura y tenía un metro de ancho, con una mano atada y tres palos de madera. Las esposas, por otro lado, estaban armadas con tres piedras de hasta ocho libras, envueltas en tela, y podían moverse libremente alrededor del agujero. Ambos debían usar armas de la misma longitud. Si el marido tocaba el borde del agujero, perdía un palo. Tras perder los tres, debía continuar desarmado, intentando meter a su mujer en el agujero antes de ser golpeado. El manual de Talhofer ofrecía consejos sob...